domingo, 20 de octubre de 2019

De corazón a corazón.

   El amanecer de hoy llega cargado de una mezcla rara de felicidad... nostalgia y sabor a reunión. No es para menos... el Día de la Familia se hace sentir!!!
   Respetando la antigua tradición, y muy especialmente para mi generación, este día no puede pasar desapercibido. El siempre bien llamado y recordado Día de la Madre nos convoca en un cálido abrazo.
   Últimamente he escuchado mucho hablar de una persona a quien no he conocido personalmente pero que el relato de sus hijas y personas que la amaron y siguen recordando, hicieron que justamente hoy se convirtiera en la invitada de honor en este homenaje que "Para la pausa" le hace a todas las madres.
   De corazón a corazón... hoy recordamos a María Blanca Gallego.


   Al ver su imagen, en muchas personas se desprenderá una sonrisa con toques nostálgicos. Pilas de recuerdos volverán al presente con el encanto y alegría de los momentos vividos a su lado.
   Hija de padres españoles quienes vinieron a trabajar la tierra y se instalaron en Luján. Tal vez vecinos de esa ciudad recuerden al ebanista de la calle Francia, su abuelo materno.
   Una familia numerosa edificada sobre los pilares del amor hicieron que ella recibiera, constantemente, el cariño de sus cuatro hermanos varones. Sus hijas la recuerdan diciendo..."Luchó por sus padres hasta el último momento".
   María Blanca fue una GRAN DOCENTE. Maestra Normal Nacional supo ganarse el aprecio de sus alumnos, en el ayer y en el hoy. Sólo basta escuchar su nombre para que en muchos de quienes fueron sus alumnos aparezca el brillo del reconocimiento. No quedan dudas que, con su calidez y humildad, supo llegar al corazón de quienes la rodeaban en la Escuela N° 1 de Luján...en Escuelas Rurales en La Pampa... en Tres Lomas.
   Su gran entusiasmo y fortaleza la llevó a incursionar en Dibujo Técnico, Taxidermia, Corte y Confección, Maestra en Educación Especial y su recordado paso por la Escuela Rural.


   Junto a Rubén Darío González, un Gerente del Banco Provincia de la ciudad de Luján que la amaba con todas las letras, formó su propia familia.Él, un amante de la música, tocaba el violín.
   ¡Qué bella historia de amor la de hoy!! Amor por la familia.. amor por una vocación... amor por la vida misma!!!


¡Y un día... llegaron "las mellis" al hogar de María Blanca y Rubén!!! Silvia y Blanca envueltas en las sabanitas que, por supuesto la habilidosa mamá había preparado.




   Una cara llena de felicidad lo dice todo. Sobran las palabras para contar la emoción que refleja ese rostro. Con sus hijas en brazos recién salidas del Hospital de Luján se instalaron en la querida casa de la calle Lavalle 645.
   El tiempo comenzó a transcurrir y las mellizas fueron creciendo. 

Silvia y Blanca 

"Tuvimos una infancia feliz... muy... pero muy feliz"
   Hoy... son dos maravillosas personas que un día la vida puso en mi camino. Silvia, desde su Castellón de la Plana (España) y Blanca, desde su Ramos Mejía querido evocan a su mamá con los mejores pensamientos... "Siempre dando amor... siempre dándonos amor".

Silvia y Blanca
   Escribir esta entrada de mi blog no resulta tarea sencilla. Es imposible que entre palabra y palabra no se dispare un sentimiento... una emoción... una lágrima. Para "las mellis" fue remover momentos de su historia. Volver al pasado... la infancia junto a su madre estaba allí... intacta!!!




"Entrega total y sublime" (Silvia)

"Madre divina... ejemplar... fuerte... guerrera" (Blanca)
   Que sus hijas la definan con estas palabras... tiene un significado. Remontándonos en el tiempo recuerdan que su madre enviudó muy joven y durante el tiempo que duró la enfermedad del padre, ellas quedaron al cuidado de una familia amiga. A partir de allí su dedicación fue completa, a sus hijas de 10 años y a su tarea docente.
   Ya jubilada... con Silvia en España... sus días transcurrieron en Ramos Mejía junto a Blanca. Tal vez por eso no puede dejar de comentar... "Ella fue un ejemplo impresionantemente hermoso para mí porque cada vez que la nombro me emociona, la veo en cada rincón de este departamento protegiéndonos...".


   Mirando las fotos no puedo dejar de pensar en la emoción que debe haber sentido esa madre ante la visita de su hija Silvia en el año 2012. La satisfacción de haber dedicado su vida al gran tesoro que son los hijos. Para María Blanca había llegado una nueva etapa... la de disfrutar el cariño de sus nietas.
   Más allá de una vida de sacrificio y del dolor de perder a su compañero, nunca dejó de sonreir y brindar felicidad.
   Siempre decimos que cada historia tiene un final... pero la de hoy... no lo tiene porque el legado que María Blanca dejó a sus hijas es justamente el del amor. Que lo soñado... lo realizado... lo vivido se prolongue en ellas!!!
   Una familia como la mía... como la de ustedes... una familia que se formó para trascender en el tiempo y en el espacio, a través del ejemplo, usando como pilares el respeto... la unión y la comprensión.



   ¡MUCHAS GRACIAS SILVIA SUSANA GONZÁLEZ y BLANCA MABEL GONZÁLEZ por abrir el cofre de los recuerdos... sacar fotos y relatar hechos que permitieron armar esta historia familiar para mis lectores!!! Que Dios continúe fortaleciendo ese amor que se tienen que ni la misma distancia logró separar!!!





   Es tiempo de pensar en agasajar a mamá y a toda la familia. Por eso... llegamos a la cocina de "Para la pausa". Pero... sin olvidarme que estamos recorriendo Santiago del Estero con nuestro viaje virtual... llega una colaboradora santiagueña, Sara Argentina Corvalán.  Oriunda de Ingeniero Forres, ciudad en el Departamento de Robles, abre su recetario y nos prepara uno de los manjares que no falta en ninguna de sus reuniones familiares.






ALFAJOR SANTIAGUEÑO
Ingredientes:
Masa:
Harina 0000 500 g
Huevo 1
Yemas 6
Alcohol puro 2 cucharadas
Anís en grano 1 cucharadita
Agua cantidad necesaria

Relleno:
Dulce de leche repostero 500 g aproximadamente.
Merengue italiano: A Baño María batir las 6 claras a punto de nieve e incorporar 13 cucharadas de azúcar lentamente en forma de lluvia hasta formar un merengue. Agregar unas gotas de limón.

Preparación:
Formar una corona con la harina y colocar en el centro las yemas y el huevo ligeramente batidos. Mezclar.
Incorporar las semillas de anís pasadas por harina, el alcohol y el agua. Integrar todo sin amasar demasiado.
Armar aproximadamente 7 bollitos con la masa y estirarlos. Deben quedar bien finitos. Usar un molde para cortar los discos todos iguales. Pinchar toda la superficie  con la ayuda de un tenedor.
Colocar cada disco sobre placa limpia y llevar a horno fuerte durante unos minutos.
Importante: Se cocinan de a uno por vez. Deben cocinarse pero NO dorarse.
Cuando están fríos armar una pila con ellos alternando entre uno y otro con una capa abundante de  dulce de leche, quedando de esta manera formado el alfajor.
Finalmente, cubrir con una gruesa capa de merengue o hacer grandes copetes para decorar.
Si se desea, llevar al horno unos minutos para gratinar el merengue.


   Sara nos sugiere, cuando no hay tiempo de amasar, usar discos comprados para tartas.

   Tiempo de celebrar en familia... de reforzar los lazos que un día comenzaron a formarse. Los padres... los hermanos... Huellas que van dejando como herencia a quienes continuarán manteniendo en alto el amor de familia.


   ¡MUCHAS GRACIAS SARITA por compartir en mi blog tu mágica receta junto a tu hermosa familia... familia que tanto amás y te llena de orgullo!!


   Un día especial en el cual el saludo y el abrazo a mamá serán los protagonistas. También habrá besos al cielo... de esos que llegan muy alto para que una suave brisa nos envuelva como la de mi querida Carmencita y poder susurrarle al viento para que lleve lejos... muy lejos......

2 comentarios: