miércoles, 11 de septiembre de 2019

"Era su pasión la docencia"

   Este 11 de septiembre nos encuentra viajando, virtualmente, por la provincia de San Juan. Una fecha especial... en un lugar especial... con un homenaje especial para quienes transitan el camino de la docencia... para quienes con su ardua tarea diaria no bajan los brazos ante cada dificultad... para quienes cerraron esa bella etapa de SER DOCENTE... para todos ellos está dedicada esta nueva entrada de "Para la pausa".
    Aires sanjuaninos... amores que nacen... corazón de tiza en la historia de hoy. 
   "Vamos a ir recordando un poco la historia de una persona muy especial que dejó una huella marcada en todos y en cada uno de sus familiares y de toda la gente que pudo compartir la vida con ella. Se llamaba Martha Adela Nacusi de Farrán".


¡LA SEÑORITA ADELA!!!

   Palabras verdaderas... sinceras que nacen del corazón de una de sus nueras, Yolanda González, al relatar la historia de quien, con el tiempo, se convertiría en una gran docente y que dejaría huellas de amor en la comunidad lujanense.
   Sanjuanina de ley nació en vísperas de una Navidad, un 23 de diciembre de 1923, en el seno de "una familia muy cálida de origen libanés, tanto de madre como de padre". 


Una ciudad que nos invita al recuerdo... la casualidad está siempre presente. También Domingo Faustino Sarmiento había nacido en la ciudad de San Juan. También docente. El tiempo lo llevó a transitar por distintas labores. desde periodista, escritor, filósofo hasta alcanzar la Gobernación de su provincia natal y culminar como Presidente de la Nación. 
Se destacó tanto por su laboriosa lucha en la educación pública como a contribuir al progreso científico y cultural de su país. Creador de las primeras Escuelas Normales para la formación de docentes hizo que en 1943 durante la Primera Conferencia Interamericana de Educación, reunida en Panamá, se estableciera como Día del Maestro en las Américas el 11 de septiembre en homenaje a su fallecimiento. 

   Y hablando de Escuelas Normales, en esos tiempos vividos de joven, debió resultar difícil para Adela seguir una carrera profesional. ¡Cuántas preguntas sin respuestas y cuántas dudas en su pensamiento!!! "Ella estudió como sus hermanas, muy poco común para la época, en el Colegio María Auxiliadora. Se recibió de maestra como todas sus hermanas". Pero pasaría mucho tiempo hasta que se afianzara en su profesión pues conoció muy pronto a su gran amor, Manzur Farrán. "Se enamoró perdidamente de él y él de ella". Una verdadera historia de amor que los llevó al casamiento y a vivir en Caucete de donde él era oriundo. En la tierrra del "padre del aula".. .con su profesión sin estrenar antepuso el amor por su familia.



   Los días allí... de tareas hogareñas y  cuidado de sus dos hijos, Jorge y y Juan Carlos.... fueron quedando atrás cuando su esposo comenzó a trabajar con su suegro, reconocido empresario vitivinícola de San Juan y se trasladaron a Buenos Aires. En Mar del Plata y luego en San Nicolás para ocuparse de una distribuidora de vinos. Con el nacimiento de José Luis vino el traslado a la ciudad de Luján. Establecidos allí nace Alberto y su dedicación al hogar fue total. 
   Suele decirse que las cosas por algo pasan. La distribuidora cerró sus puertas y su esposo se dedicó al rubro de la mercería. Ya con su hijos en edad escolar y alentada por sus amigas, Adela comenzó a trabajar como maestra suplente. Y así comenzó una vida de  desvelos... de corridas que le permitieran dedicar un tiempito a sus tareas escolares... de cansancio con sabor a felicidad por una gran vocación!!!
   "Era su pasión la docencia". Primero en la localidad de Olivera, en la Escuela N° 23...






































...y luego en Pueblo Nuevo en la Escuela N° 24, donde "dejó una huella muy marcada" y una gran cantidad de anécdotas que, aún hoy son recordadas por quienes fueron sus alumnos. "Tocaba el timbre para ir al recreo y ella agarraba su cartera, se daba vuelta y se pintaba los labios de memoria y salía al recreo con sus labios pintados. Ella siempre con sus labios pintados".




   Finalmente, se jubiló mientras trabajaba en la Escuela N°11 en Luján. El tiempo de cerrar un ciclo de su vida ... había llegado!!! A partir de allí comenzaría a escribir nuevas páginas de su historia rodeada del afecto de quienes la amaban.


"Era una maestra de vocación... 
siempre actualizándose... 
siempre muy mamá de sus alumnos... 
siempre muy exigente con las armas del amor... del cariño, de la contención...
Es por eso que todos sus alumnos la recuerdan tanto a la Señorita Adela"!!!.

   Pero la historia de la Señorita Adela, como sacada de un cuento maravilloso, no termina aquí... su recuerdo llega a la cocina y se instala con un clásico que ella preparaba para su familia, demostrando una vez más el clima de afecto que reinaba en su hogar.
   Les dejo para que anoten y preparen en este Día del Maestro su mejor receta...

TURRÓN DE AVENA
Ingredientes:
Manteca 100 g
Dulce de leche 250 g
Cacao 3 cucharadas
Leche 9 cucharadas
Oporto o coñac o moscato 1 copita
Azúcar 500 g
Avena 3 tazas
Galletitas de agua 3 paquetes (tipo Criollitas)

Preparación:
En un recipiente colocar la manteca y dejar fundir.
Agregar el cacao y el dulce de leche. Mezclar bien.
Incorporar la leche, el licor y el azúcar. Continuar mezclando.
Por último, agregar la avena. Mantener a fuego mínimo removiendo hasta que rompa el hervor. Continuar la cocción durante 2 minutos más mientras hierve.
Retirar y armar el turrón con la preparación en caliente. 
En una fuente rectangular, colocar una capa de galletitas, una capa de preparación, otra capa de galletitas y así continuar hasta finalizar con una capa de preparación.
Dejar enfriar a temperatura ambiente.
Se puede guardar en la heladera o en freezer y comer como helado.


   Adela preparaba este TURRÓN DE AVENA "a todos los hijos, nueras y nietos para sus cumpleaños".
   Y como le encantaba decir refranes... aquí va uno muy común en ella..."Después del almuerzo o la cena hay que comer algo dulce para sacarse el gusto de la comida". Por lo tanto... yo agrego...no queda otra opción que preparar esta receta para cualquier ocasión!!

   Quienes tuvimos la dicha de conocerla podemos hablar de su gran hospitalidad al abrir las puertas de su casa y regalarnos su sonrisa permanente.
   Imagino que muchas de mis lectoras se sentirán identificadas a través de este relato.  La vocación... el hogar... la familia...esa lucha incansable por mantener en alto una gran pasión.
   Cada renglón que escribía me llevaba a recorrer las páginas de mi historia docente... en cada foto veía la cara de quienes fueron mis alumnos y compañeros... en cada pensamiento de Adela está nuestra pasión... la de SER DOCENTE.

   YOLANDA GONZÁLEZ DE FARRÁN, TERESITA DEPRATI DE FARRÁN Y MARTA  LILIANA PARISI por los relatos y fotos que permitieron reconstruir parte de una vida inolvidable... de una docente de alma... de un ser maravilloso...

   A toda la FAMILIA FARRÁN mi agradecimiento por permitir que "Para la pausa" rindiera homenaje a todos los docentes, en su día, a través de la figura de Adela. Que el legado que ella les dejó..."una familia cariñosa... afectuosa... unida" prevalezca en cada uno de sus días y el recuerdo de ella sea el motor que los ayude a continuar por el camino que la vida les ha trazado.





   Docentes... hacedores de una magia infinita que llevan en sus mochilas luchas cotidianas y reclamos sin respuestas. Es tiempo de celebrar la fortaleza que los acompaña... la ilusión de tiempos de bonanza y el desborde de un amor por la pasión que brota desde el alma.



4 comentarios:

  1. Gracias Silvia , me encantó y me emocionó más!!!
    Un beso enorme !!!

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    1. El recuerdo y respeto por Adela... una GRAN MUJER... ayudaron en el brote de las palabras!!! Muchas gracias!!

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  2. Bellísima nota. Adela un ser maravilloso. Gracias tía por tu eterno cariño.

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