viernes, 19 de abril de 2019

Tiempo de espera

   Viernes 19 de abril.- Abrir mi ventana y descubrir que la mañana, con su travesura otoñal, invita a salir... fue la mejor decisión que pude tomar. 
   Caminar por las veredas cubiertas de hojas marrones... la humedad que pareció instalarse... un cielo que no se decide a quedar límpido o cubierto de nubes conforman el paisaje de este día viernes "atípico". Pocas personas cruzo en mi camino... la mayoría de los negocios están cerrados haciendo honor a la fecha por la que transitamos.



   El último domingo, Domingo de Ramos, dio inicio a la Semana Santa recordando, así, la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en medio de una multitud que lo aclamaba y que, según el Evangelio de San Lucas, con ramos en sus manos al grito de "Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto" le daban la bienvenida.

   Como cristianos, apoyados en una gran FE, comenzamos a celebrar el Triduo Pascual, es decir, los momentos de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo. Las celebraciones centrales de la Semana Santa son: Jueves Santo (Última cena de Jesús con la presentación de la Eucaristía), Viernes Santo (la Crucifixión de Jesús), Sábado Santo (Jesús ya crucificado, muerto y sepultado) y el Domingo de Resurrección (Jesús resucita).


   Es, también, nuestro tiempo... de mirarnos interiormente... de encontrarnos... de descubrir nuestras propias dolencias y necesidades.  Lograr enfrentar nuestras dificultades y poder convertirlas en situaciones positivas que nos lleven a una vida en PAZ y FELIZ.
        Lamentablemente la tendencia "a consumir" en Semana Santa, va en aumento. El tiempo de reflexión se va convirtiendo en días de descanso y diversión dejando en el olvido lo esencial de esta celebración.
         En estos últimos días, conversar con distintas personas es descubrir la angustia que genera esta fecha. Tal vez, porque es un momento donde los sentimientos y emociones se dan la mano dando lugar a una encrucijada. Tarea difícil para el ser humano sobrellevar tanto sentimentalismo!!!


   Reunirse con la familia el día Domingo de Pascua nos lleva a pensar en la cocina. Ofrecerles nuestro amor a través de un plato casero sería el mejor regalo. Por eso, podríamos elaborar, junto a los niños de la casa, un delicioso y tentador manjar para compartir en el momento del café o envolver con papeles de colores y regalar.
   Les sugiero que anoten esta receta... la pongan práctica y regalen a sus seres queridos.

TRUFAS DE CHOCOLATE
Ingredientes:
Vainillas 15
Queso crema 100 g
Café líquido 1 pocillo
Azúcar impalpable 2 cucharadas
Chocolate amargo para baño 1 taza

Preparación:
Desmenuzar las vainillas en una procesadora. Reservar en un bol.
En otro recipiente mezclar el queso crema con el café y el azúcar.
A la crema obtenida, incorporar las vainillas desmenuzadas. Mezclar bien hasta que los ingredientes queden totalmente integrados y se obtenga una crema pastosa.



Tomar porciones de la preparación y formar bolitas. Colocarlas sobre una placa o bandeja y llevar a la heladera para enfriar 30 minutos.


Derretir el chocolate e introducir cada bolita bañándola por completo. Repetir la operación con todas.
Dejar escurrir sobre la rejilla. Volcar hilitos de chocolate sobre las bolitas o pastillaje. Enfriar , nuevamente en la heladera y, después de 30 minutos.....
¡Listas las TRUFAS DE CHOCOLATE!!!


   En esta entrada tan especial, no habrá CARTELERA DE OTOÑO ni café. Simplemente, habrá un momento de reflexión. Sentados junto a un ventanal... bajo un árbol... en el sillón preferido... donde se sientan cómodos para mirar este video que les dejo con mucho cariño.


   Amigos.... En nuestro diario andar, siempre es bueno hacer una pausa. Respirar profundo... mirar hacia adentro y renovarnos. Esa es la propuesta de hoy en "Para la pausa". Una entrada sencilla pero significativa que nos permita reflexionar sobre nuestra propia vida y valorar "las pequeñas cosas" que se presentan día a día.
   Dicen por allí que "Lo que el corazón calla, la mente entierra, el cuerpo se enferma y el alma se quiebra... Lo que el corazón habla, la mente se calma, el cuerpo sana y el alma despierta". Por eso, es nuestro tiempo... de mirarnos... estar atentos a los llamados que hace el alma y tratar de convertir todo aquello que necesite un cambio. Recordemos que "LA PAZ NACE DE UN CORAZÓN NUEVO". ¡Y éste... es el momento de lograrlo!!!
   Mis queridos lectores... dentro de 15 días retomaremos el ritmo habitual al que están acostumbrados. Los estaré esperando con mucho cariño.
   Desde este pequeño y cálido rincón "Para la pausa" les desea...



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