Para la pausa: Vacaciones!!!

Domingo 27 de enero.- Abrir mi ventana y mirar el cielo celeste... invita a encarar el día con gran optimismo. Preparar el desayuno y poder disfrutarlo en mi patio, rodeada del verde de las plantas.... el tibio aire y el canto de los pájaros... ¡es poesía pura!

En realidad el romanticismo acaba cuando escucho los datos del pronóstico y descubro cómo "ese aire tibio" con el correr de las horas se convertirá en "aire fogoso".

El verano comienza a desplegar "sus armas" que, hasta el momento, tenía escondidas. El viento trae en sus remolinos una suave melodía que alguien deja escapar por la ventana. Todo ésto me recuerda que estamos en....

La entrada de hoy, en "Para la pausa", resulta distinta. Así inicié mi día... tranquila y con deseos de comunicarme con mis lectores. ¡Un día atípico! Pero resulta saludable romper viejos esquemas por eso, un día domingo, estoy escribiendo. En etapas que, seguramente, llevará todo el día.
El tema de las vacaciones trae aparejado una incógnita: "el temor"... "la angustia". Ustedes se preguntarán: -¿cómo puede ser que en pleno descanso alguien sienta angustia por disponer de un tiempo para disfrutar? Pero es así. Justamente estuve releyendo un artículo sobre este tema. Les dejo algunos párrafos para que, tal vez, puedan comprender la actitud de algunas personas que los rodean.

"La mirada clavada en el horizonte, la arena y el mar (puede ser un río o montañas o sierras, lo mismo da) como imponente marco visual y la promesa de un buen libro como única compañía. Parece la imagen del descanso perfecto. Pero para algunos visualizarse dentro de esa postal idílica puede significar una verdadera pesadilla.

Aunque la mayoría de las personas fantasea con tener tiempo de ocio propio y de calidad hay quienes lo padecen. Se trata de hombres y mujeres que ante el comienzo de un período prolongado de descanso como pueden ser las vacaciones o pequeñas escapadas de fin de semana para cortar con la rutina se angustian y en lugar de disfrutar de no tener nada que hacer, lo sufren al punto de evitarlo

La supuesta reparadora inactividad les provoca un miedo irracional que no pueden controlar y que en muchos casos está acompañado de palpitaciones, sudoración excesiva, dificultad para respirar.

Ese temor exagerado a la idea de no tener nada que hacer (nada, salvo descansar) se llama ociofobia, y según los expertos en trastornos de ansiedad, aumenta año a año y en época estival alcanza los niveles más elevados.

[...]

Entonces, ¿es posible que alguien no disfrute del tiempo de ocio?"

(Fragmento de Miedo al tiempo libre: la "ociofobia", un mal que se agrava en vacaciones por Laura Reina - La Nación - 27-01-2018)

Este artículo parece sacado de un libro de cuentos pero, es real. A diario escucho decir a muchas personas que deberían estar disfrutando de sus vacaciones pero.... "y en qué invierto el tiempo?". La desesperación y el mal humor comienzan a florar.

Pueden estar veraneando en el mejor de los lugares y, no son felices. Un sentimiento de culpa las ahoga sin saber cómo resolverlo. En muchos casos necesitan la ayuda de un profesional para seguir adelante hasta que retomen su ritmo laboral habitual. Aquí entraríamos en otro tema: "No poder desconectarse de la rutina y sentirse absorbidos por ella". En estos casos, todo lo negativo va en aumento.

Descubrir cada día cuáles son las cosas que nos llenan de satisfacción sería el camino hacia el relax. Estar frente al mar.... mirar fijamente... dejar volar la imaginación y quedarse dormido sobre la arena sin dudas descansa el alma.

Mirar una montaña con su vegetación agreste... descubrir una flor silvestre... escuchar caer el agua de una cascada... melodía que enamora!!! La Naturaleza tiene tantos recursos para atraparnos y permitirnos el necesario descanso para el cuerpo y la mente. Está en cada uno saber mirar y aceptar los regalos que ella nos ofrece. En ese preciso momento, comienza el cambio... el verdadero relax que luego no se quiere abandonar.

Un tema tan interesante el de hoy!!!.... pero... la cocina de "Para la pausa" espera. Mi delantal con flores parece llamarme así que, les recomiendo buscar lápiz y papel mientras preparo los ingredientes.

Preparar este rico budín les servirá para acompañar el mate o la merienda de los chicos. Además ideal aprovechar las frutas de estación. Así que...¡a cocinar!!!

BUDÍN DE DURAZNO
Ingredientes:
Queso crema 120 g
Durazno fresco cortado en cubos 1
Huevos 2
Azúcar 120 g
Harina leudante 250 g
Esencia de vainilla 1 cucharada
Aceite 2 cucharadas

Preparación:

En un recipiente batir los huevos con el azúcar hasta espumar.
Agregar el queso crema, la esencia y el aceite. Continuar batiendo.

Incorporar, en dos veces, la harina y batir hasta que se logre una mezcla homogénea.

En un molde rectangular enmantecado y enharinado o rociado con rocío vegetal, colocar un tercio de la preparación. Luego acomodar la mitad de los duraznos cubeteados, cubrir con otro tercio de mezcla, la otra mitad de duraznos y, finalmente, la última parte de mezcla.

Si se desea, espolvorear con azúcar antes de hornear para lograr una costra dulce o espolvorear con azúcar impalpable una vez que esté frío.

Hornear a 180º durante 40 minutos (según la temperatura de cada horno).

Retirar del horno, dejar entibiar y desmoldar sobre una rejilla hasta que esté completamente frío.

Nota: Como el budín tiene fruta hay que guardarlo refrigerado para prevenir que la misma empiece a fermentar.

Llegando la tarde... ¡lista la merienda!! ¡A disfrutar!!

El atardecer llama en mi ventana invitando a hacer una pausa.... recorrer la CARTELERA DE VERANO con muy buenas sugerencias y escuchar música alegre. ¿Compartimos este momento?

Un tema con mucho ritmo que se destaca por ese toque "chispeante" que, al escucharlo, hace decir..."Bebu Silvetti". Juan Fernando Silvetti Adorno, oriundo de Quilmes (Bs. As. - Argentina) se convirtió en pianista, compositor, arreglista y productor discográfico mexicano. Hoy les dejo este tema... "Lluvia de verano". ¡Que lo disfruten!

Amigos..... Que este tiempo de vacaciones se convierta en un punto de encuentro. Que sea el tiempo del reencuentro con amigos... familiares con los cuales no compartimos diariamente y... fundamentalmente... con uno mismo.