Instalada en mi máquina y mirando el almanaque descubro que estamos a punto de celebrar el Día de la Tradición. Una fiesta que, poco a poco, va quedando en el olvido perdiendo el impacto que ocasionaba en otra época. Entonces... ¡es tiempo de rescatar esta fecha y rendir homenaje a nuestras tradiciones familiares!!!!
Hace unos días visité la ciudad de San Antonio de Areco con la idea de revivir esas estampas del ayer y recorrer sus calles...
Y sus edificios que conservan la presencia de un tiempo pasado....
Dicen que al girar en una esquina, una sorpresa nos espera. ¡Muy real!!! ¿Qué encontré?
Mi visita continuó hasta llegar al Parque Criollo y Museo Ricardo Güiraldes, emblemático lugar que, hace dos años, la inundación arrasó con varias reliquias entre ellas algunos manuscritos del propio Güiraldes.
Este lugar con mucha historia nos permite conocer La Pulpería La Blanqueada, el cuarto de sogas, el patio de la pulpería y el salón de carruajes. Y si hablamos de historia debemos recordar que en 1926 Ricardo Güiraldes escribió la novela Don Segundo Sombra.
Esta institución muestra expresiones del pasado argentino que se relacionan con el gaucho, sus costumbres, medios de vida dando aportes a los aspectos típicos del folklore bonaerense.
Este Parque abre sus puertas de lunes a domingo de 10 a 17. Cuenta con un servicio de visitas guiadas.
Parque Criollo y Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes
Tel. (02326) 455839
Me despedí de San Antonio de Areco y su gente tan amable con la promesa de buscar una vieja receta familiar de la exquisita mermelada de naranjas amargas que una de mis tías solía preparar en mi niñez.
Entre amarillas hojas de un cuaderno de cocina que perteneció a mi madre, la receta apareció. Les recomiendo anotarla porque es... ¡imperdible!!! Pero antes, y pensando en la conversación que había tenido con la vecina que me regaló las naranjas, busqué información sobre este tema. ¿Podemos consumir las naranjas que nacen de plantas que están en la calle?
[...]
"'En su momento los plantó la municipalidad, pero hoy no los mantiene nadie', asegura a LA NACIÓN un vecino del lugar. Los naranjos amargos son un tipo de fruta que sirve para hacer dulce, como mermelada, y la cáscara también se aprovecha para hacer tereré.
Pero aún persiste la pregunta fundamental: ¿se pueden comer esos frutos? Tanto el Ingeniero Agrónomo Fortunato Covatta, como la Ingeniera Agrónoma Juana Borscak, docentes de la cátedra de Fruticultura de la facultad de Agronomía de la UBA, coinciden que no habría problema en que los vecinos consuman los frutos, porque como ambos señalan, 'son comestibles si se lavan'".
(Fragmento de ¿Se pueden comer los frutos de los árboles de la ciudad? por Florencia Gagliardi - La Nación - 21-08-2013)
MERMELADA DE NARANJAS AMARGAS
Ingredientes:
Naranjas amargas medianas 12
Limón 1
Azúcar 750 g
Agua 7 tazas
Preparación:
Una vez bien lavadas las naranjas y el limón con un cepillito, acomodarlas en una olla con el agua.
Cocinar a fuego moderado hasta que las cáscaras estén blandas, a punto de romperse pero conserven la firmeza.
Retirar las frutas y desechar el agua de cocción.
Cortar las naranjas y el limón en la mitad. Exprimirlas levemente y raspar el interior con una cuchara. Guardar las cáscaras de las naranjas.
En la olla colocar todo el interior de las frutas y agregar 250 cc de agua. Dejar hervir a fuego suave durante 30 minutos para extraer la pectina de las semillas y hollejos.
Pasado ese tiempo, retirar del fuego y dejar enfriar. Filtrar dentro de otra olla usando un colador apoyado sobre ella. Cuando haya filtrado, presionar la pasta (pulpa-hollejo-semillas) con una cuchara. Lo ideal es que en el colador quede un desecho casi seco y en la olla un líquido espeso de jugo y pulpa.
Poner sobre el fuego el recipiente, agregar el azúcar y remover para que se disuelva.
Cortar en hebras muy delgadas, de 3 cm de largo, las cáscaras reservadas. Se sugiere usar las de 5 naranjas pero, depende del gusto individual si les agrada o no encontrar restos de cascaritas en la mermelada. Deben rasparlas bien para que no quede la membrana blanca que dará un sabor amargo. Las cáscaras sin la parte blanca quedará casi transparente.
Cocinar a fuego medianamente fuerte hasta romper el hervor, luego dejarlo en mínimo hasta lograr punto de jalea. Si la llama es fuerte se sugiere usar un difusor o tostador de pan para aislar la olla y obtener un calor suave.
Difusor
Para controlar el punto justo retirar una porción con una cuchara y ponerla en un platito. Llevarlo 5 minutos a la heladera y al retirarlo observar qué ocurre cuando se traza un surco con el mango de la cuchara. Si el dulce mantiene la separación, habrá alcanzado el punto justo. Apagar el fuego y dejar enfriar o envasar en frascos para guardar.
Viernes... Esta mañana, desayunar junto a mi ventana... ver el reflejo dorado del Sol entre mis plantas y saborear esta rica mermelada con mis clásicas tostadas recién horneadas... ¡Es un verdadero regalo que me hizo la vida!!!
Disfrutar cada día de algo preparado con nuestras manos tiene un valor incalculable y si proviene de nuestras tradiciones familiares.... ¡es mucho más más rico y saludable!!!
Amigos....... cuando una situación vivida llega a nuestra mente sin avisar y nos "roba una sonrisa" quiere decir que un momento importante de nuestra vida está aflorando desde el alma y nos moviliza. Una costumbre familiar en nuestra niñez...... una salida entre amigos de la adolescencia...... un gesto........ todo tiene un significado sentimental.
Hoy..... en el Día de la Tradición los invito a buscar entre sus recuerdos aquellos momentos que han atesorado y que, tal vez puedan insertar en su vida actual en homenaje a sus antepasados. ¡Disfrútenlos....... compártanlos con sus hijos....... con sus nietos....... prolonguen y transmitan cada momento vivido al que hoy llamamos recuerdo para ir formando, así, esa larga cadena que es la familia!!!
Les deseo a todos un brillante y cálido fin de semana en familia....... ¡amen..... rían hasta que les duela el alma y sean felices!!!!
Silvia
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