Viernes por la mañana. La invitación de abrir las ventanas queda anulada. Una tenue llovizna moja los vidrios y el soplido del viento se encarga de transformar este día en un cofre de recuerdos. ¿Por qué será que los días de lluvia son ideales para buscar en las profundidades del alma? ¿Qué curiosa nostalgia nos invade?
Música de jazz... el aroma de un sahumerio y yo mirando las fotos familiares de este mes que ya finaliza. Casi sin darme cuenta encuentro el tema para la entrada de hoy. Un recuerdo de la infancia cargado de juegos con primos... olorcito a torta y la sonrisa de la abuela.
La protagonista de este Viernes... ¡CAFÉ!!!... es muy especial. ¿Qué decir de esta estudiante universitaria que debate sus días entre el profesorado de Historia... su tarea docente... su hogar... sus amigos? ¡Que es única! porque ella, Silvia Susana Ridiero, es mi hija!!!
Esta publicación comienza recordando la reunión para el Día de la Familia y cómo Silvi quiso homenajearnos con la torta marmolada que hacía su abuela Raquel cuando era chica. El amor y el respeto por la familia siempre están presentes en ella, de allí que le encante reunirnos y agasajarnos.
Si bien esta torta marmolada pareciera que no tiene ningún ingrediente interesante, les puedo asegurar que sí. Más allá de la receta familiar es el recipiente donde se cocinará. Tal vez en algún hogar aún conserven una de ellas. La olla horno o cazuela - horno:
Para quienes no la conocen encontré un artículo interesante, les dejo algunos renglones mientras saborean un permitido café:
[...]
... "Pretendo un punto de encuentro para los amantes de este 'artilugio' tan utilizado en los años 50, 60 y 70, donde compartir experiencias, recetas y recuerdos.
Un poco de historia: ¿qué es y cómo funciona la cazuela-horno?
Se trata de una antigua cazuela de aluminio compuesta de tres piezas: placa base, recipiente y tapadera.
[...]
¿Tiene ventajas cocinar con esta especie de, digamos,'artefacto' prehistórico? Pues sí, sobre todo para los nostálgicos que añoran los sabores de antes".
[...]
(Fragmento de EL CLUB DE LA 'CAZUELA - HORNO' - blog las buenas migas - 24-02-2013)
Imaginarán que, al leer esta nota, no dudé en rescatar algunos párrafos cargados de sentimientos por la familia misma. "Añorar los sabores de antes" es una constante en quienes conviven con el amor de sus raíces.
Si tienen la dicha de tener una de estas ollas y no la usan, es tiempo de desempolvarla. Lápiz... papel... y un viaje al pasado:
TORTA MARMOLADA.
Ingredientes:
Harina leudante 200 g
Azúcar 200 g
Huevos 6
Esencia de vainilla a gusto
Cacao en polvo 70 g
Preparación:
Poner la base de hierro de la olla en el fuego mínimo. Enmantecar y enharinar la olla. La colocamos sobre la base para que se precaliente .
En el bol de la batidora colocar los huevos con el azúcar y la esencia de vainilla. Batir hasta lograr punto letra.
Incorporar la harina de a poco con movimientos envolventes.
Separar una parte de la preparación y agregar el cacao mientras se mezcla hasta obtener una pasta homogénea.
Retirar la olla de la base y volcar en ella alternando las distintas mezclas por cucharadas. Colocar la tapa y llevar a la base.
Nota: Puede prepararse con una caja de polvo sabor vainilla para torta o bizcochuelo de distintas marcas que ofrece el mercado.
Subir un poquito el fuego y mantener por 20 minutos.
Pasado ese tiempo volver a bajar al mínimo o "minimito" como decía Raquel para indicar un fuego muy bajo. Cocinar por 25 minutos más.
Cuando la superficie se note dorada y la preparación separada de las paredes de la olla, toda indicará que está lista.
Dejar reposar unos minutos y desmoldar sobre una rejilla hasta enfriar.
Preparar el glasé real indicado en el blog anterior y cubrir la torta. Trazar círculos concéntricos sobre la superficie de la torta con chocolate negro cobertura colocado en un cartucho de papel.
Con la ayuda de un palillo trazar líneas desde el centro hacia el borde, alternando desde el borde hacia el centro para que se forme la decoración (telaraña) al correrse el chocolate.
Cerrar los ojos... saborear un bocado de esta torta significó ver a mi hija correteando por la cocina de su abuela esperando esa porción como trofeo por sus buenas acciones. Tiempo de la niñez... ¿cuándo pasó? ¡Qué costumbre tiene la vida de provocar cambios en las personas y no prepararnos! En un abrir y cerrar de ojos...¡el tiempo pasó!!!
La vigencia de las tradiciones familiares que se mantiene en un hogar habla de la calidez que predomina entre sus integrantes. El ritmo vertiginoso que viven a diario no borraron la presencia de los recuerdos de esas personas que habitan en sus corazones.
¡GRACIAS querida Silvi por dedicarme parte de tu valioso tiempo y participar en el blog pero .... mucho más grande el agradecimiento por mantener viva la llama familiar y enaltecer ese legado que dejaron tus raíces: SER FIEL AL AMOR. Amor incondicional que nos regalás cada día recordándonos que, sin ese pilar indestructible que es la familia, no habría convivencia posible.
Tu pasión y ternura quedaron plasmadas, para siempre, en aquel beso que supiste darle a la abuela Raquel un día que el tiempo se llevó.
Amigos........ tal vez coincidan o no con el contenido del blog de hoy pero..... cuando surgen situaciones que rinden homenaje a ese tesoro de valor incalculable que es la familia, no podemos dejarla de lado.
En este mundo tan convulsionado donde pareciera que, día a día, se van perdiendo los valores tratemos de poner nuestro granito de arena y reflotar esa gran institución.
Si disfrutaron..... se emocionaron...... revivieron sus propias historias quiere decir que ya comenzaron a rendir homenaje a sus seres más queridos.
¡Que disfruten de un buen fin de semana y traten de volver a vivir aquellos sabores....... aquellos aromas........ aquellos momentos que siempre les llenaron el alma!!!
¡Los espero el lunes para contarles otra historia!!!
Silvia
¡Muy linda tu escritura y las historias contadas!
ResponderEliminar