Noche de luna

   La noche del martes se presenta fresca... calma... luminosa. Una gran luna, llena de luz mi jardín. Cuando todo hace suponer que el romanticismo invita a sentarme en mi hamaca y disfrutar de tanta serenidad, decido abrigarme... buscar la cámara de fotos y entrar en acción.

   Adoro fotografiar detalles que llaman mi atención, ya sea de día como de noche. Miro con atención y allí están mis favoritos. Son los faroles que, con su brillante luz se funden en el paisaje nocturno convirtiendo el lugar en la más maravillosa escenografía.

   Un verdadero lujo en esta noche fresca que, a la vez, obliga a dejar el placer y buscar refugio en el interior de la casa.

   Mientras miro las fotos recuerdo que mi pasión por los faroles comenzó con la tapa de un libro que hace unos años compré en la Feria Internacional del Libro y justo ese día su autor, de origen italiano, la visitaba para firmarlos. Debo reconocer que el azul brillante... la luna... las estrellas y el farol artesanal atraparon mi atención, sin mencionar el título. Cuando compro un libro miro todos los detalles y, en especial éste, terminó de conquistarme con una frase escrita en la contratapa: "Cada vez que conoces a alguien tu vida cambia y, tanto si te gusta como si no, nosotros nos hemos encontrado, yo he entrado en tu vida y tú en la mía". En ese momento pensé que más romántico no podía ser.

   Con el libro en la mano trato de convencer a mi esposo, ya que es un gran artesano, la posibilidad de armar un farol como el de la tapa para nuestro jardín.  Con la promesa de:

  -Tal vez! -dejé escapar una sonrisa y aproveché a dar vueltas la hojas y recordar algunos pasajes. ¿Y qué creen que leí? El destino se encarga de que siempre encuentre la página adecuada. Un diálogo entre los protagonistas solucionó mi problema de la cena:

   [...]

   "Acababa de llegar a casa cuando se dio cuenta de que el teléfono estaba sonando. Sofía cerró la puerta, dejó el bolso y fue corriendo a contestar:

   -¿Diga?

   -¡Por fin! Pero ¿dónde estabas? 

   -En clase. Acabo de llegar.

   -Muy bien, cariño. Oye, te he encargado la pizza con tomates cherry y mozzarella...

   -¡Pero si te había dicho sólo con tomates cherry, tomates y nada más!

   -¡Cariño, pero ¿por qué te pones así?

   -Porque nunca me escuchas.

   -Cuando llegue, la mozzarella ya estará fría y podrás quitarla fácilmente. Así sólo quedarán los tomates, y ya está: como tú la quieres.

   -El problema no es la pizza, ¡es que no me escuchas! ¿Lo entiendes o no?

   -Lo entiendo... Ya estoy llegando.

   -¡No te abriré!

   -¿Y si doy la vuelta y te llevo la pizza de tomate y mozzarella?

   -Te he dicho que sólo tomate.

   -Claro...¡Era una broma!

   [...]

(Fragmento del capítulo 3 de Esta noche dime que me quieres - Federico Moccia - emecé )

   ¿Nos repartimos el trabajo? Ustedes miren mis fotos detenidamente... lean este pasaje que dejo y yo instalada en la cocina comienzo con este proceso de amasado y espera. Luego continuamos la charla.

PIZZA DE TOMATES CHERRY Y MOZZARELLA.

Ingredientes:

Harina 000 1 kg

Aceite 4 cucharadas

Levadura fresca 50 g

Azúcar 1 cucharadita

Sal 20 g

Agua tibia 550 cc

Varios: tomates cherry - mozzarella - salsa de tomate - orégano.

Preparación: (muchas son las recetas que hay pero, esta es la de mi familia)

Fermento: En un bol desmenuzar la levadura, agregar el azúcar con 2 cucharadas de la harina y un poco del agua tibia. Mezclar bien controlando que todos los ingredientes estén disueltos. Tapar el fermento y colocarlo en un lugar cálido hasta que aumente su volumen.

Preparar la salsa de tomates a gusto (con tomates frescos o en lata) y agregar los condimentos deseados.

En el bol donde está el fermento agregar de a poco el resto de la harina con la sal y agua. Mezclar pero NO batir.

Tener en cuenta que, a veces, es necesario agregar más cantidad de agua. Como la masa quedará pegagosa, agregar un poco de harina en la superficie para formar el bollo. Tapar y ubicar en un lugar cálido hasta que duplique su volumen.

Pasado el tiempo separar en bollos grandes o pequeños según el tamaño de las pizzas que se quieran obtener. Volver a tapar y dejar reposar durante 15 minutos.

Colocar cada bollo en una asadera untada con aceite. Humedecer los dedos con el mismo aceite y estirar la masa de adentro hacia afuera hasta cubrir el molde.

Cubrir con la salsa y hornear a fuego fuerte (según el horno) durante 10 minutos.

Mientras esperamos la primera cocción, cortar los tomates cherry por la mitad a lo largo. Salpimentar. 

Luego retirar del horno y colocar los tomatitos y la mozzarella cortada en tiras sobre la superficie de las pizzas.

Volver al horno hasta su cocción definitiva. El tiempo depende del gusto de cada uno. Si las prefieren crocantes o no.

Al retirar del horno espolvorear con orégano. 

Consejitos:

* La sal deben colocarla sobre la harina y NO sobre el fermento.

* La harina puede ser 000 o bien 0000 (según las costumbres)

* Los bollos de masa pueden conservarse en la heladera tapados con film durante 3 días. También pueden guardarse en el freezer.

* Pueden hacer una primera cocción de las pizzas sin salsa durante 10 minutos para formar una capa seca.

* Cuando la pizza está con los tomates y mozzarella pueden ubicar la bandeja en la mitad del horno con calor fuerte para que se funda. Luego, subir al estante superior para gratinar y finalmente bajar al último para que se dore la base. La cocción depende del gusto de los comensales.
* Antes de servir la pizza y sin quemarse los dedos, pueden retirar la piel de los tomates cherry para una mejor presentación (basta con tocarlos se desprenden con facilidad).

   A esta altura de la noche y para alegría de mi esposo...¡la cena está servida!!

   Miércoles a la mañana. Día luminoso pero con viento. El invierno pega sus últimos coletazos encargándose de llevar las pocas hojas secas de los árboles de aquí para allá.

   Mientras desayunamos recordamos la aventura de anoche iniciada en el jardín y terminada en la cocina amasando pizzas. Entre risas y planes para el día que se inicia pienso: -¡Qué buena conjunción! ¡Fotos... lectura... cocina! ¡El arte en su mayor expresión!

   Sin dudas la vida es una gran cámara fotográfica en la cual nuestras mejores fotos son las que quedan guardadas en el corazón.

   Amigos... armar esta nueva entrada resultó muy interesante porque las palabras fueron surgiendo por casualidad. Tal vez porque en la vida todo surge "por casualidad" y se encarga de llevarnos a los lugares indicados o acercarnos a las personas que nos tiene destinadas.
   Mi mayor deseo es que ustedes enfoquen y capturen aquellas palabras de este escrito que les resulten útiles para alimentar el alma. Si no es así... recuerden que los estaré esperando en la próxima entrada para hacer una nueva toma.

Silvia