Al maestro con cariño

   Este 11 de septiembre tiene un sabor especial... el de los recuerdos. Para mí, es un Día del Maestro diferente. Marca el punto final de una etapa de mi vida que comenzó hace muchos años cuando egresé de la Escuela Normal Mixta Florentino Ameghino de la ciudad de Luján. Por eso, y con gran orgullo, siempre he dicho: -Si...¡soy Maestra Normal Nacional!!!

   Cuando veo a mi hija... a mis sobrinas... a mis amigas... a cada docente argentino cargar con sus bolsos llenos de alegría y cansancio por el diario trajín, no puedo dejar de pensar en aquel grupo de egresados que después de dos años de Magisterio, con sus delantales blancos salieron con los bolsillos llenos de sueños e ilusiones en busca de distintos caminos.

   Para las nuevas generaciones vale la aclaración que nuestro plan de estudio consistía en tres años de Ciclo Básico y dos años de Magisterio o Bachiller. A los pocos años de nuestro egreso una reforma educativa creó los Institutos Nacionales de Formación Docente en el Nivel Superior por lo cual  la ENMFA pasó a llamarse Escuela Normal Superior Florentino Ameghino (ENSFA).

   Les presento al feliz grupo que supo vivir con alegría cientos de aventuras para convertirlas, luego, en risueñas anécdotas.

   ¡Quién hubiera imaginado en ese momento el rumbo que llevaría nuestra vida! ¡Cuántos deseos de profesores y compañeros quedaron plasmados en mi casi reliquia que guardo celosamente entre papeles de seda! ¡Casi medio siglo de sueños y proyectos realizados!!

   El tiempo y la distancia nos reunió en las Bodas de Plata de nuestro egreso. El encuentro... el saludo... las charlas... y el tiempo otra vez nos separó.

   Pero esta vez fue la tecnología quien se encargó de buscarnos y allí nos encontró dedicados  a nuestras actividades y a la familia que logramos formar.

   El tiempo no pasó en vano. Vivir cada día una emoción distinta intentando transformar ese niño interior en el adulto de hoy... entregando lo mejor de sí para que la vida nos hiciera el regalo de la satisfacción de haber cumplido la tarea que habíamos soñado.

   Acá estamos... algunos, celebrando el Día del Maestro que está guardado en nuestro corazón y todos, nuestras futuras Bodas de Oro con el egreso.

   Esta mezcla de alegría por el reencuentro... pasión por la profesión... orgullo por lo alcanzado hizo que escribiera un cuento dedicado a quienes día a día, año tras año hacen de la docencia un acto de entrega al punto de lograr que la felicidad de los demás se convierta en la propia.

   Teniendo en cuenta que este homenaje merece ir a la cocina para elaborar un buen plato, cuya receta deben estar esperando.... les dejo unos párrafos para que se deleiten:

[...]

"Elsa, *la Señorita Elsa*, como la llamaban sus alumnos estaba allí, una vez más, parada frente a la vida; cara al futuro incierto y dejando escapar un suave suspiro como lo había hecho tantas veces mientras pensaba: -*y... ¿entonces?*

Bocinas, ruidos de puertas que se cerraban, gritos... hicieron que la dulce mujer se encaminara hacia la cocina. En cuestión de minutos una mezcla rara de aroma a café se confundía con el sabor del budín de coco que había preparado la noche anterior.¡Así cada mañana! Luego, arreglarse para la salida como lo hacía año tras año y finalmente, su viaje a la aventura diaria saludando a cada vecino. Y van... ¡ya casi nadie recuerda cuánto tiempo! Y así, Elsa recorre esas pocas cuadras que la llevarían a su mundo de felicidad".

[...]

(Fragmento del cuento Y... ¿entonces? - Silvia S. Parisi)

   Si terminaron la lectura...¡lápiz y papel porque la receta ya está lista!

BUDÍN DE COCO CON CRUMBLE.

Ingredientes:

Harina 0000 125 g

Polvo de hornear 4 g

Sal 1 pizca

Azúcar 150 g

Manteca blanda 80 g

Huevos 2 y 1 yema

Esencia de vainilla 1 cucharadita

Coco rallado 100 g

Queso crema untable 80 g

Crumble:

Coco 30 g

Harina 0000 40 g

Azúcar 40 g

Manteca fría 40 g

Preparación:

En un bol colocar la manteca con el azúcar y batir hasta integrar formando una crema.

Incorporar los huevos y yema, de a uno, y obtener una mezcla homogénea.

Agregar el queso crema y volver a mezclar mientras se incorporan la harina, el polvo de hornear y la sal tamizados.

Finalmente incorporar la esencia de vainilla y el coco rallado. Mezclar todo muy bien.

Volcar la preparación en un molde para budín inglés enmantecado y enharinado.

En un recipiente preparar el crumble colocando la harina, azúcar, coco y la manteca cortada en pequeños cubos. Trabajar todos los ingredientes con las yemas de los dedos hasta lograr una mezcla homogénea. Cubrir toda la superficie del budín.

Llevar el molde al horno y cocinar a 170º durante 55 a 60 minutos (según el horno). La superficie quedará dorada.

Consejitos:

* Esta preparación es abundante y rinde para un molde grande de budín o dos mediano como el caso de la foto.

* Controlar la temperatura del horno de cada uno para evitar que el crumble se queme.

   Es tiempo de homenajear a mis compañeros con el producto terminado.

   Toda situación que la vida nos haya regalado y convertido en un feliz recuerdo para el alma, es motivo de celebración.

   Queridos compañeros... querida Promoción 1968 .... quise festejar este Día del Maestro de la mano de ustedes pues fue así cómo inicié mi profesión y que fuera extensivo a todos los docentes que de una u otra manera alimentaron mi crecimiento. Recordarlos a ustedes trae a mi mente...." escuela querida... Escuela Normal... hija de Ameghino... hija de Luján". ¡GRACIAS por acompañarme en este día y... FELICIDADES!!!

   Amigos... hoy mi blog se vistió de fiesta. Me pareció interesante compartir todos estos recuerdos porque significa abrir el corazón a quienes siguen mi trabajo y ponen en práctica las recetas a través del tiempo que me dedican. Si ustedes también tienen la dicha que su "profesión coincida con su vocación," estarán viviendo el mejor regalo que la vida pudo hacerles.

   ¡Feliz Día del Maestro para mis amigos... para mis compañeros... para cada docente de este bendito país!! ¡Festejen... disfruten y sean felices!!!

Silvia