miércoles, 9 de agosto de 2017

Puro romanticismo.

   Las mañanitas de invierno son muy especiales, más aún cuando estás en tu casa. Eso me recuerda que el tiempo de salir a trabajar ha terminado. Ahora es el tiempo de levantarse.... desayunar con calma y planificar las tareas del día.
   Dedicarse un tiempo a uno es regalarse un mimo, por eso, al mirar por la ventana puedo quedarme extasiada en un viaje imaginario entre los árboles de mi jardín. Las pocas hojas secas que aún bailan sujetas a las ramas parecieran invitarme a su mágica danza. De pronto, la música de un programa de radio me devuelve a la realidad. Pero todo no termina ahí... una dulce canción de esas que enamoran el alma me lleva a la cocina transportada entre aromas y sabores. 
   A esta altura de la lectura la intriga por saber de qué canción se trata debe ser muy grande. Una canción puede convertirse en una increíble medicina para la soledad o cualquier estado de ánimo que la necesite.
   Hay canciones que curan el alma... que nos transportan en el tiempo y el espacio... que nos movilizan a iniciar una tarea como me está ocurriendo a mi.
   Les dejo alguna estrofas... si la conocen... ¡a cantarla! y sino... a buscarla y conocerla. ¡Tiene su mérito porque su autor es de mis pagos que tanto amo... mi querida ciudad de Luján!!!

Café para olvidar, azúcar para mis heridas
un tiempo para curar las penas del alma mía
esencia del placer, corriendo vas entre mis venas
mi mente borrándote, el corazón que me condena
sorbo a sorbo me desconozco
me pierdo en el aroma de un café...

Café tus ojos, café tu piel, café el deseo que no fue
café tu pelo, tu caminar, café tu cuerpo que ya no está. (repite)

En el mismo café, en la misma ciudad
yo quiero otro café para olvidar (repite)

[...]

(Fragmento de "Aroma de café" - Luciano Pereyra)

   Por supuesto entre la canción y la cocina ya preparé mi café, compañero de la mañana. Mientras lo saboreo pienso que sería estupendo amasar algo para luego hornear y agregar más aromas a esta mañanita de invierno que no se decide a quedar con nubes o permitir que asome el sol.

   Alguien dijo una vez que "los aromas de la cocina enamoran". Es cierto, si pensamos en las hierbas aromáticas... esencias... condimentos... frutas... es la combinación perfecta para dar la energía que nuestro cuerpo necesita.

   Para que puedan disfrutar con la merienda o con el café de la noche... aquí va mi receta de hoy (muchas versiones hay pero, como digo siempre, yo los preparo de esta forma):

SCONES
Ingredientes:
Harina 0000 200 g
Polvo de hornear 1 cucharadita
Manteca 60 g
Azúcar 40 g
Sal 1 pizca
Crema de leche o leche 80 cc
Queso crema 1 cucharada
Huevo 1

Preparación: (Recordar que deben pasar los ingredientes secos por cernidor)
Sobre la mesa colocar la harina y manteca fría cortada en cubos. Desmenuzar con la punta de los dedos hasta obtener una mezcla arenosa.  Hacer un hueco en el centro e ir incorporando el resto de los secos. Mezclar con un tenedor e ir  agregando los líquidos. Unir sin amasar hasta que se forme un bollo de textura suave. Estirar en forma de rectángulo, cubrir con film y dejar descansar en la heladera hasta que esté fría (20 a 30 minutos).
Retirar la masa de la heladera, estirar con un palo de amasar del grosor deseado pues todo depende del alto que les guste el scone y la utilidad que le den: los pueden comer solos o cortados en la mitad y rellenos con queso crema o mermeladas. Usar un cortante del tamaño deseado.
Colocar en placas enmantecadas y enharinadas. Si lo desean pueden pintarlos con huevo ligeramente batido o con leche y espolvorearlos con azúcar. Hornear a 180 º hasta que estén dorados pero NO secos. Deben quedar húmedos adentro.

Observaciones:
* La receta de los scones es muy noble pues pueden consumirse como plato dulce o salado según con el relleno o cobertura que le coloquen.
* Los que yo preparé están pintados con leche y espolvoreados con azúcar porque acompañarán el café.


   Iniciar la mañana puede llevarnos, sin pensarlo, a vivir un momento romántico. ¡Cómo una canción... un café... algo rico para saborear pueden convertirse en la perfecta compañía de un día invernal! A veces nuestra vida necesita un momento a solas... ¿alguna vez sintieron la necesidad de borrarse del planeta?... ¿volverse invisible por unos minutos? Eso se llama "estar con uno mismo".


   Vuelvo a mi ventana y el paisaje cambió. Un cielo casi celeste con reflejos dorados anuncia una bella tarde. La música sigue envolviéndome. Otros temas... otros aromas... otros momentos.
   Una vez más...si llegaron a leer este renglón significa que se han regalado un mimo para el alma y eso ¡me llena de felicidad! ¡La tarea está cumplida!
   ¿Los espero en la próxima entrada? ¡Estaré esperándolos!!
Silvia








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